Mis dedos exploran tu interior,
buscando el elixir del deseo.
Tus dedos pulsan el botón
que activa todo mi cuerpo.
Las lenguas se chocan,
se pelean,
en una guerra sin tregua.
Las piernas se cruzan,
se tensan, se torturan.
Los flujos se liberan,
mezclándose, fundiéndose,
agitándose en un cóctel
que, ávidos, bebemos.Ya no hay día,
ya no hay noche,
ya no hay tiempo
que nos estorbe.Sólo hay sexo,
sólo hay goce.
Sólo hay nada
que nos importe.Mi piel se confunde con tu piel,
no se puede distinguir.
Mi placer se suma a tu placer:
vivir o morir,
mal o bien.
Somos uno o tres,
viceversa o al revés.Somos eso.
Somos sexo.
Deja un comentario