«He salido a comprar para hacerte el desayuno, vuelvo en un rato. Te dejo algo que escribí mientras dormías. Buenos días princesa:
Sé que estás harta de leerme, que ha dejado de ser especial que te deje notas bajo la almohada, que has aceptado que mis textos forman parte de mí, pero ahora también forman parte de ti. Entiéndeme, siempre te escribo porque siempre tengo algo que decirte, siempre hay algo en ti que me empuja a gritarle al folio lo mucho que me llenas. Tienes que disculparme si a veces no sé reaccionar a las cosas o me ves más perdido de lo habitual, no soy tan fuerte como parezco. No puedo evitar pensar que nunca llegaré a tu altura, es un lastre que debo acostumbrar a cargar por más que pese.
Adoro despertarme y verte a mi lado, tan tranquila, como si supieras que nada te puede pasar si estoy ahí para protegerte. Me gusta cuando me miras y sonríes. Lo repito siempre que escribo, debes de estar harta de leerlo. La verdad es que me gusta todo de ti; excepto tu ausencia. Tal vez sea porque desde que llegaste estoy herido de vida. Me has enseñado a hacerlo todo de nuevo; a sonreír, a trabajar, a luchar, a querer, a cuidar pero sobre todo a ser feliz.
Mi vida se basaba en jugar con mis intereses para huir de los del resto, era una carrera suicida donde mi ego se aferraba a mi desidia y no me dejaba respirar. A veces echo de menos a mi egoísmo, pero tú lo has matado, como estás intentando hacer con mi miedo y mi inseguridad. Tú haces que solo eche de menos tus labios, que solo tema tu marcha, que mi única duda sea el hecho de decidir entre el lado izquierdo o el derecho de la cama. Al final nada importa si es a tu lado.
Sólo lucho cada día por llenarte el cuerpo de primeras veces, por ver como enloqueces cuando me miras, por acercarme y susurrarte y que me respondas con un beso y conviertas tus brazos en cadenas que me aprisionen y no quieran soltarme hasta el momento de mi ejecución. Yo sólo sé quererte a mi manera; enferma, inocente, dulce, loca, irrefrenable y tal vez insuficiente, porque tú siempre querrás a tu manera.
Siempre he pensado que no tienes ni idea de qué siento cuando te abrazo, cuando te desnudo, cuando te beso. Es algo difícilmente descriptible. Lo he escrito de mil formas, pero siempre he creído que nunca lo entenderías y tal vez sea porque algo así no puede comprenderse. Y está bien así, porque nuestras diferencias no nos permiten entendernos del todo y eso hace de este camino más largo, más arduo, por el mero hecho de intentar comprender algo tan lejano a nosotros, efímero e infinito a la vez.”
Por: Jimmy García Ferrer (España)
twitter.com/jimmytrv
Únete a nuestras redes:
Nota de buenos días

Un texto precioso,que traspasa a quien lo lee.Un abrazo
Me gustaMe gusta
Te lamo la carita, Jimmy.
Me encanta.
Me gustaMe gusta
Que chico le queda el precioso a este texto ♡
Me gustaMe gusta
Tal vez sea el hecho de leerlo temprano en la mañana… ¡cómo me gusta! Lo respiro maravillosamente.
Me gustaMe gusta
Se respira tan maravilloso, que hasta mereció el premio de mejor escrito del mes. ¡Enhorabuena!
Me gustaMe gusta