El día en que casi me rindo

¿Para quien escribes? Para todo aquel que quiera leerme. Pero, ¿y si nadie te lee? Siempre hay alguien que te lee. Pero, ¿si algún día hay alguien que no te lee, para quien escribes? Para mí misma. ¿Y es suficiente? Mi mirada fulminante hizó quizás que se callase y apartase la vista a un lado. Yo quedé pensantiva, mirando al horizonte de nuevo con mi libreta en la mano. Me había preguntado aquello yo también tantas veces…

No era nadie, realmente no era nadie y a casi nadie le interesaba. Ni siquiera a mis amigos les importaba lo que hacía, ninguno se molestaba ni tan siquiera en leerme. Los veías día tras día compartiendo mil pamplinas pero nunca ni tan siquiera se dignaban a un «me gusta» en cualquiera de mis frases. Nunca una palabra de ánimo o de aliento (salvo excepciones contadas de personas que hace tiempo había entendido que eran mucho más que amigos) Pero lo cierto es que no era suficiente, ¡¡Claro que no lo era!! ¿Cómo iba a serlo? ¿Acaso sabía alguien lo que suponía desnudar tu alma por medio de palabras, crear de la nada, intentar acariciar con los dedos el alma de otra persona?. Es curioso, cuando desnudas el alma o quieres hacer sentir con palabras a pocos les importa, pero desnuda el cuerpo y acabarás siendo el centro de atención en poco tiempo. Intenta hacer reflexionar y no llegarás ni al primer suspiro de otra persona pero haz tres tonterias sin sentido, y hasta podrás ser viral en la redes…O quizás simplemente es que no era buena, y era hora de dejarlo de una vez y bajar al fin de las nubes…

Cerré la libreta, giré la cabeza y ahí seguía ella. ¿Ya no escribes más, hermana? No. ¿Hasta mañana? Hasta nunca -alcé la voz casi sin darme cuenta-. De repende, sus 12 primaveras empezaron a quebrarse tras su mirada y un mar de bondad infinita inundó sus ojos. ¿Y por qué no? ¿Ha sido por mi culpa verdad, ya no quieres escribir por mi culpa? Claro que no ha sido por tu culpa, no llores. Vamos son cosas de mayores, además, ¿qué más te da a ti si escribo o no escribo? Es que yo quiero que escribas. ¿Por qué? Porque me gusta, me gusta ver como miras cuando lo haces. Parece que estás soñando. A veces te veo llorar antes de escribir y luego, cuando escribes, dejas de hacerlo. Lees lo que has escrito y sonríes. Y eso me gusta ¿Y sabes que, hermana?, yo de mayor quiero ser como tú y escribir. Mira que cuaderno me he comprado…

Ese fue el día que casi me rindo de nuevo y también el que entendí que siempre, siempre, habría un motivo para empezar de nuevo una libreta.

Por: Lidia Villalobos (España)

laciudaddelasnubes.com


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15 respuestas a “El día en que casi me rindo”

  1. Avatar de David Golden Sunrises
    David Golden Sunrises

    Muy bueno, un saludo desde Valencia

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  2. Gracias por vuestras palabras, son un ejemplo de esos motivos que hacen que siempre merezca la pena abrir de nuevo la libreta 😆

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  3. Excelente! No sé podía haber descrito mejor! Nunca cierres esa libreta por favor !!!

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  4. Yo no uso libreta. Prefiero hojitas sueltas, o incluso servilletas de papel del café. 😉

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  5. No la cerraré Ana, pues vivo siempre buscando el motivo para no hacerlo😊

    Cualquier cosa es buena para escribir Fabio, yo no siempre uso libreta…jiji.

    Saludos a los dos y gracias por vuestros comentarios!!

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  6. Me encantó tu cuento corto…porque yo me siento así también a veces. Pero aunque sólo una persona lea lo que escribes y le guste…vale la pena desnudar él alma! Sigue así, lo haces de maravilla!👏👏👏👏

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  7. Precisamente eso es algo que yo siempre digo…que sólo con que una persona lea lo que escribes merece la pena escribir. Pero lo cierto es que a veces necesitamos saber si lo hacemos bien, necesitamos palabras de aliento para seguir adelante y alzar nuestra pluma con más fuerza si cabe. Gracias a todos, de corazón, por vuestras palabras 🙂

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  8. […] No era nadie, realmente no era nadie y a casi nadie le interesaba. Ni siquiera a mis amigos les importaba lo que hacía, ninguno se molestaba ni tan siquiera en leerme. Los veías día tras día compartiendo mil pamplinas pero nunca ni tan siquiera se dignaban a un “me gusta” en cualquiera de mis frases. Nunca una palabra de ánimo o de aliento (salvo excepciones contadas de personas que hace tiempo había entendido que eran mucho más que amigos) Pero lo cierto es que no era suficiente, ¡¡Claro que no lo era!! ¿Cómo iba a serlo?… Leer relato completo […]

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  9. Avatar de literatoluisrodriguez
    literatoluisrodriguez

    Me encantó. Y si ves mis comentarios, no lo he dicho casi nunca.
    Terminé emocionado por esa mezcla de inocencia y saber.
    Sabes llevar un relato, eres escritora, te lean o no.
    Y los parientes y amigos son casi todos iguales. A mi me dicen el escritor de la familia pero nadie de ellos se interesa en leerme. Solo si es de regalo a veces les dan un vistazo.
    Un abrazo.

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  10. Creo entonces que entre escritores nos entendemos bien jeje. Me alegro muchísimo de verdad de haber conseguido emocionar con mi escrito, pues ese es el verdadero poder de la escritura, despertar emociones y si lo consigo me siento más que satisfecha 🙂 Otro abrazo para ti!

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  11. Precioso Lidia yo tambien soy de libreta, y es algo muy generico de que la familia no te lea, que buen club formamos jejeje… las historias mas sencillas son las que te llegan al corazon y tu lo has conseguido con tu relato. Gracias por compartirlo.

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  12. Avatar de elcieloyelinfierno
    elcieloyelinfierno

    Es tan cierto y tan hermoso; como lo es el remate final… Felicitaciones.

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  13. Si que formamos un buen club si, jeje, y me encanta eso se compartir sentimientos entre escritores, te ayuda a entender mejor que estas cosas son así y que, pese a ello, la literatura nos puede a todos. Y estoy de acuerdo con eso de que de las historias más sencillas nace siempre lo mejor. ¡¡Que alegria todos vuestros comentarios!! Imagino que sabréis lo que ayudan a seguir adelante 🙂
    Abrazos para todos 🙂

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