La eterna divergencia del Yin Yang
entre somos y qué dirán.
El hermoso camino cercenado en dos trozos:
resultaba apacible recorrerlo hasta esto…
¿por qué me hacen decidir cuando no quiero?
Si no cambio, me aburro y si cambio, me vuelvo loco.
Si gano pierdo y al revés: nunca uno solo.
Y aún no decidir es una decisión tomada:
lo uno excluye a lo otro.
Pasar la vida mientras los días los años las vivencias pasan
así fue es será por siempre no hay más:
O sapiencia o ignorancia.
O cansancio de críos y jolgorio familiar,
o tranquilidad hogareña empero soledad.
Y ser sano significa no razonarlo
mas el enfermo lo anhela y lo valora aún más.
O una u otra jamas una por sí sola:
o vida o muerte no hay todo…
Lo uno excluye a lo otro.
Aunque no nos parezca
así es Pinocchio:
la eterna divergencia entre dos trozos
dos posibilidades de vidas…
¿Escoges ser ignorante
y quedarte solo con la versión que nos contaron de infantes?
¿O prefieres conocer a Collodi
y sumirte en sus infiernos grotescos aberrantes?
Recuerda: no hay todo.
Lo uno excluye a lo otro.
Deja un comentario