—¡No se me ocurre nada!, —bufó el escritor y de inmediato aparecieron a sus pies una veintena de criaturas extrañas. Por la ventana más próxima, sapos combinados con langostas entraron bailando a un ritmo extravagante. Y de los rincones más oscuros salieron sombras que se mesaban los cabellos mientras proferían gestos adustos de dolor o rabia. En menos de un minuto, el escritor estaba rodeado de mundos maravillosos.
—¡Que no quiero crear, he dicho!
Dio un portazo a su estudio y se retiró a sus aposentos. Todas las criaturas se miraron entre sí extrañadas, pero ni se inmutaron. Sabían que no estaban a más de dos minutos de reencontrarlo en sus sueños.
Seleccionado para la Antología del Segundo Concurso de Micro relatos “Sentimientos” convocado por la Editorial Letras con arte (España, 2016).
Por: Alexandro Arana Ontiveros (México)
alexandroarana.wordpress.com
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¡Hilarante y conmovedor! 😂😍
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Gracias por tus palabras; bendiciones.
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Excelente! Eso pasa cuando creemos que las musas nos han abandonado. Bravo!!!
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Y lo más curioso es que llegan sin previo aviso. Gracias por leerme.
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Así es.
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Como una oda a Pirandello.
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Buena idea: lo transformaré en poesía… ¡Gracias por la aportación! Bendiciones.
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