Estrella Doble

Marta miraba una y otra vez los mensajes que él le había dejado. La tristeza la inundaba, ya que sabía que siempre lo amaría, por mucho que el tiempo y la distancia los alejara ella sentiría lo mismo por él. Y eso lo sabía porque las palabras que él le lanzaba, le dolían en el alma.

La impotencia era enorme, y renunciar a él, debido a la situación que estaba viviendo la desbordaba. Para él ella había sido un error, para ella encontrar un alma afín, para él ella sólo había supuesto dolor, para ella con haberlo conocido todo un regalo de la vida. Para él que ella no lo dejara todo por ese amor era señal que no había sido amor verdadero, para ella el amor verdadero iba más allá de las circunstancias y aunque no pudiera estar con él, lo amaría para siempre, y desearía su felicidad ante todo.

Mientras el dudaba de que el destino los volviera a unir, ella dejaba al universo su más profundo deseo para que con el tiempo todo cobrara sentido, porque ella sabía que nada y nadie se cruzaba en tu vida sin un motivo, y la razón siempre sería para hacer elevar el alma, no hay errores, sólo aprendizaje y crecimiento interior.

Y siempre es el amor incondicional el máximo de cada encuentro, de cada historia desarrollada en el teatro de la vida. Ella abría puertas a la esperanza, él las cerraba al desencanto, ella sentía su corazón, él ahora negaba el suyo para que sólo su ego lo gobernara todo.

Y a pesar de esas diferencias ambos eran iguales, la misma luz dividida, una estrella doble, alejada una de la otra en apariencia física, pero a nivel espiritual más unida que nunca.