Dicen que cuando tu peor pesadilla cobra vida, todavía te hace falta despertar.
Siempre fui de tener sueños livianos, simples, sin gracia ni fondo.
Muy de vez en cuando, alguna pesadilla de esas que uno nunca quiere que sucedan.
Como un desagüe de tragedia en clave imaginaria, como una cloaca ficticia por donde la mente expulsa sus asquerosos efluvios.
Pero, ¿qué sucede cuando la pesadilla la buscaste?
¿Qué pasa cuando la emboscada te la armaste?
¿Cómo despertar de todo eso?
Uno solo no puede salir de eso.
Alguien más tiene que venir a despertarte.
Te toma de la mano y te arrastra hacia…
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