El alma quedó vacía de recuerdos,
limpia,
pero impura,
sucia,
pero clara.
Agónica como los últimos instantes de vida,
oculta a la vista de todos,
sin hechos,
ni palabras.
Te observo en la lejanía,
y no recuerdo nada.
Ni en este día,
cargado antaño de risas,
de vino,
de comida,
y de sexo sin sentido.
Con orgasmos fingidos.
Con besos de verdad.
Con caricias en el aire.
Con frases planas.
Y odio no recordar nada.
Y escribo mientras miro al horizonte,
oyendo al mar,
con una copa en mi mano,
sin oír mi corazón latir.
Cogiendo aire hasta asfixiarme,
manteniéndolo,
contando…
1
2
3
…
Hasta notar algo salado en mis labios.
No es el sabor del mar que me acompaña,
es la primera lágrima que siento en meses,
que saboreo,
que degusto,
fuera de ese día,
nuestro día.
El que era.
El que fue.
El que no volverá a ser.
El que ahora mismo lleno de nuevos momentos.
El que me ahogó.
Del que sólo recuerdo palabras difusas,
apoyada sobre una señal de tráfico.
Borracha de tus palabras.
Y con el alma,
vacía,
de recuerdos.
Por: Deva (España)
comoun8tumbado.wordpress.com
Únete a nuestras redes:
Deja un comentario