Sabes,
aún tengo todas las ganas metidas en la maleta
y el billete apunto de usarse, como un revólver apunto de disparar.
Pero hoy estoy algo nublada, no sé si a la vez el tiempo me acompaña
o simplemente es que él se siente igual de triste que yo, y no sabe decirlo.
Sí, estoy cada vez peor,
solamente de pensar cómo París se quedó sin nosotros,
sin que paseáramos por Montmartre,
sin que Alicante nos haya visto en la misma calle,
ni Madrid nos quiera tanto como él quiere a la poesía.
Sí, los viajes de ida y vuelta no servían con nosotros.
Nosotros siempre éramos más de ir, y no volver.
O de volver pero en seguida irnos, y claro…
Se nos perdían los viajes,
los trenes y las ganas. Y así íbamos.
Tú tan lejos,
yo tan querer ir cerca.
Y nos fuimos,
tú a lo tuyo
y yo a lo mío
y se nos olvidó ser algo,
juntos.
El ultimo viaje siempre sera el primero en el recuerdo.
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