Tu risa no romperá más el silencio;
ni tus ojos descubrirán este mundo.
La metralla, fría, desvió tu rumbo;
te desahució de este inmenso Universo.
Nuestro vacío se quedó sin remedio
ahora que tu presencia es humo;
ya no somos tres, solo somos uno y uno;
y mi corazón, únicamente es hueso.
En el aire vibra sonora tu ausencia,
nuestra rabia contenida entre estos muros;
las marcas de una historia disecada.
Sin querer, queriendo, tu recuerdo regresa;
el verano se entristece, más oscuro.
El pueblo celebra que terminó la batalla.
¿Acaso tu risa volverá a nuestra casa?
Replica a resscreator Cancelar la respuesta