La infinita cabellera rubia de Rapunzel cuelga desde la ventana de la torre y alcanza la tierra húmeda del reino, cubierta de hojarasca.
Es una larga y dura ascensión, piensa el príncipe, pero comienza a trepar preso de la emoción, aferrándose al pelo de la princesa cautiva.
No sin dolor y algún que otro chillido, Rapunzel resiste la escalada del príncipe. Y cuando, por fin, él aparece en la ventana, lo recibe con la mejor de sus sonrisas. Sus ojos son bengalas.
Exhausto y sudoroso, el príncipe también sonríe. Al fin juntos.
Sin embargo, el joven siente el latigazo de una repentina curiosidad, y no puede evitar asomarse a la ventana, mirar hacia abajo y contemplar el gran trecho ascendido.
Justo al sacarla por la ventana, pouffff, su cabeza recibe un golpe. Ha sido algo ligero, no le matará. Se trata del extremo de una cabellera oscura, que ahora cuelga muy cerca, a su alcance. Mira hacia arriba y ve que el pelo desciende en forma de trenza, desde otra ventana aún más alta de la torre.
El príncipe dedica una última mirada a Rapunzel y le enseña la palma de su mano, evitando así el apasionado avance de la princesa, que cambia la mejor de sus sonrisas por el mejor de sus rostros de confusión.
Luego él sale por la ventana. Aún está cansado, pero comienza a trepar otra vez por la torre, asiendo con fuerza la trenza de cabello oscuro, a pesar del vértigo, o precisamente por él, que lo empuja más alto, más lejos, preso de una nueva emoción.
jajaja. Brutal! Te has cargado el romanticismo de Disney!
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Siguiente objetivo: la corrección política en Stars Wars. ¡Gracias!
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La soberbia nos ata con fuerza al deseo que eleva la torre del deseo al infinito y aparece cuando quedamos ciegos del miedo que se apodera de nuestra mente, que no nos deja ver que la protección a la que tanto nos aferramos es el odio que nos precipitará al vacío por el deseo. Tal vez quien se deja llevar por la soberbia tenga el valor de cortar él mismo la trenza del odio al dar cuenta que siempre estuvo en suelo firme. Me ha encantado el metaforizar la soberbia con una historia de cuento tradicional romántica reescrita con un triste final, ¡felicidades!.
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A veces una vuelta de tuerca más hace ver cuánto aguanta el mecanismo. ¡Muchas gracias!
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Siniestro … pero la explicación es lógica me encanta
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¡Genial!
Ahora imagino a donde llegaría y si acaso habría más arriba cabelleras de otros colores. 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
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Las hay. Y cada vez más vértigo. Muchas veces, en el reino animal, lo emocionante se impone a lo emotivo. Gracias, Lily.
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Qué bueno amigo¡¡¡ Un abrazo
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Muchas gracias. Un abrazo, José Carlos.
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