Solo es esencia,
un sorbo intenso,
luz, luna y tierra,
que conjuga los elementos,
los instantes del ayer,
el elixir de tu pelo,
aquellas gotas de lluvia,
y la magia de tus dedos.
Solo es materia,
mortal necesidad,
y la hiel de la mentira
para crear el brebaje,
el bálsamo perfecto,
la pócima alquimista,
que escribió aquel brujo,
una fría tarde de enero.
Pues solo es química,
una mirada postrera,
unos ojos perdidos,
en el pozo del caldero.
Una botella rota,
una hebras de tormento,
escamas del último dragón
y el polvo de mis ancestros.
Solo me falta una cosa,
un ingrediente esencial,
una parte del hechizo,
un todo del brebaje,
una sencilla razón,
y un suspiro del ungüento,
pues la alquimia no es nada,
sin el sabor de tus besos.
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