Coleccióname a pedazos, a trocitos, para que allá, en el baúl de las memorias, tome forma tu amor por mí;
Coleccióname a momentos, a sonrisas, a besos… y ensámblalo todo allá, en la viscosidad encarnada que se desliza por tu interior, que llegue a la punta de tu miembro, y así evoques tu recuerdo de mí;
Coleccióname los toques de piel a piel, enmárcame entre ceja y ceja, para que los matices de tus ojos no vean más que mi cuerpo danzando con frenesí;
Coleccióname, que, aun no siendo trébol de 4 hojas, correrás la suerte del irlandés si te encaprichas de mí;
Coleccióname, porque, aunque no te pueda prometer el cielo ni noches de dulzura, la vida terrenal con brotes de manías hará taquicárdico tu corazón;
Coleccióname a pedazos, a trocitos, para que a cada uno le enseñes los escondites de tu alma, no te niegues, que quiero dejar pisadas por doquier cual niño enlodando cerámica recién pulida;
Coleccióname, que no me bastará un solo rincón de tu ser para saciar mis ansias de pertenecer a algún sitio;
Coleccióname, que, a cada vuelta entre las sombras de un nublado atardecer, te acordarás de cómo suspirabas mi nombre;
Coleccióname, porque en cualquier momento podré irme, y me iré con todo lo que no supiste tomar de mí;
Coleccióname, porque la idea de mi persona se quedará tan profundamente impregnada en tu vida que, al final de todo, sin esos pedazos de mí, no encontrarás cómo sobrevivir.
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