La política del no

Parece ser una campaña globalizada, una especie de endemia sin control que cala en nuestros huesos y se implanta en nuestro interior. Está en todas partes, en la mayoría de las conversaciones siempre presente… formando parte de nuestro ADN.

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A lo largo de los años he podido observar y vivir el hecho de que cada vez que una persona se propone hacer algo por minúsculo o grande que sea tiene que enfrentarse al «no» y todo su séquito. Sí, porque nos encontramos frente una campaña belicosa en la que muchas veces, nuestros más allegados son nuestros mayores enemigos. ¿Qué clase de personas tenemos a nuestro lado, os preguntaréis? Dejando a un lado las posibles conjuras, no es su culpa. Este estado, el estado del «no» por definición es algo que les ha sido implantado inconscientemente, ha mutado a ser innato y sin quererlo, el algoritmo de sus mentes no es capaz de procesar que existan personas con políticas contrarias como por ejemplo: la política del «sí» o la del «no sé».

El campo de actuación de este tipo de político es muy amplio y variado, oscila desde los más honorables propósitos de querer perder peso y que te hagan sentir incapaz o te estén tentando continuamente a directamente, decirte que no vales, eres incapaz.

¡Alto ahí! Esta reflexión no pretende hacer apología a la filosofía (siempre respetable) Mr. Wonderful. Existen ocasiones, donde es obvio que no podemos alcanzar algo, por mucho que no lo propongamos porque directamente no se vale. Ejemplo: querer ir a los juegos olímpicos de atletismo y por mucho que se entrene no llegar a la marca mínima, querer estudiar una carrera y ser incapaz de aprobarla, ser incapaz de llegar a la nota que se pide para acceder a una carrera, ser alérgico al polvo de la madera y querer ser carpintero… Existe un largo etc. de ironías lógicas y categóricas que nos impiden hacer ciertas cosas.

De acuerdo, hay que ser conscientes, pero luego existen otras opciones en las que nos movemos dentro de los terrenos de la probabilidad. Donde las acciones que tú, solo tú hagas son determinantes para lograr tu objetivo, alcanzar tu destino… Esas acciones son las que verdaderamente nos vuelven poderosos y son las mismas que el miedo, enmascarado en la política del «no» pretende detenernos, frenarnos y retenernos en nuestras jaulas mentales.

Hay quienes lo tienen más fácil, quien lo tiene difícil y quien lo tiene peor… Pero no dejes que los demás, los que tienen miedo y no son capaces de luchar por lo suyo, los infectados por la política del «no», los que prefieren obedecer sin pensar te afecten, te eclipsen y no te dejen brillar.

Crea tu propio territorio, con tu política, con tus normas en la que sí se pueden lograr las cosas… Lucha por ti, por lo que deseas porque nadie más lo hará.

Ha llegado el momento de usar la globalización a nuestro favor y dejar claro al mundo que la política del «sí» se está instaurando aunque se tarden años en borrar la huella genética del «no».

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Una respuesta a “La política del no”

  1. Muy buena nota!!! Todos nos hemos cruzado con gente que actúan como «piedras en el camino» (para decirlo de alguna manera), por eso uno debe tenerse confianza en sí mismo y escuchar los consejos que realmente valen la pena.

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