”Nadie te enseña a curarte las heridas
pero todos te dicen cuánto escuecen.
Nadie te enseña a coserte el roto
pero todos te dicen
que se te ven los miedos.
Todos dicen creer en el destino
porque tiñen el hilo
con la sangre de aquellos
a los que les arrebatan los sueños.
Todos te dicen
que eres la aguja y pinchas,
pero entonces omiten
que ellos son el pajar
y que tú juegas con ventaja
porque hace mucho que supiste encontrarte.
Nadie te enseña
pero todos te dicen.
Nadie te pregunta
pero todos te responden.
Y tú finges ser sonámbula
a pesar de que estás despierta
porque sabes que solo así,
consigues escapar de esta pesadilla
para tejer tu propio destino
con el hilo que aún nadie ha podido cortar”.
Interesante reflexión. La constante afrenta social e incluso familiar, toca en lo profundo aunque no queramos. A veces dan ganas de meterse en un caparazón para poder ser en libertad. Me ha gustado mucho.
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Me ha encantado ❤️
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Me encantó.
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Me gusto mucho, tiene ña vistud de enlazar con la experiencia vital del lector. Felicitaciones muy buen trabajo, espero leer muchos más de tu pluma.
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¡Me en-can-ta! 😍
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A veces necesitamos a alguien que nos enseñe a cosernos lo rotos, a curar ciertas heridas. ¡Me ha encantado, gracias por compartirlo!
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