No se necesita un catalejo para distinguir el traslúcido remoto
tu penosa fascinación por la geometría corriente
y los efectos secundarios de otros blancos
el escozor por defecto y omisión del alquitrán.
Tu profesión no es discutible,
piloto de sótanos
y evidente es su propiedad incompatible
con mi pasatiempo de los jueves
paracaídas de dardos y de mantel perforado.
Dile egoísmo si quieres
que me ambiciona cortar narcisos, no sé
llámalo como quieras
pero encuentro placer en el hormigueo que es principio y objeto del rasguño
me provoca curiosidad navegar banquetas subterráneas
y me gusta creer que para ti no soy un margen cualquiera.
Deja un comentario