Radio silencio

Ya casi no me queda nada de ti dentro, vas purgando tu efecto en mí como una mala droga, de las que te hacen tocar el cielo al principio y te descienden a los infiernos sin que te llegues a enterar mientras suena radio silencio, la que siempre tienes sintonizada para mí.

No te das cuenta. Simplemente coges las maletas y te vas. Me besas y me abrazas, eso siempre, y también me dices que me quieres y que me echarás de menos, pero esas palabras ya suenan huecas. Sales por la puerta y un cristal antibalas se instala entre nosotros, la distancia impone su ritmo y tú te dejas, te despistas y la dejas hacer, como si fuera una amante demasiado exigente.

Dime qué hay de cuando me besabas con toda boca, no solo con labios secos. Dónde se quedó el dormir en brazos del otro, ahora para alcanzarte debo eludir el foso de distancia que impones en la cama por tu comodidad. A dónde mandaste las bromas, las risas compartidas, las ganas de mí.

Dime dónde estás y te prometo que voy a rescatarte de ti mismo si hace falta, pero pídemelo…

Pídeme que te traiga de vuelta, que te que bese con los ojos como hacía antes, que dimensione la distancia para ti de manera que deje de importar. Pídemelo y convertiré al arco iris en máquina del tiempo por y para ti.

5 respuestas a “Radio silencio”

  1. Qué bonito, Andrea. Ay, las distancias…

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    1. Muchas gracias! Las distancias son complicadas la verdad 😉

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    1. Muchas gracias por compartir!

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  2. […] Léelo también en Letras & Poesía […]

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