Cuesta, pero hay que hacerlo.
No acabar
sin haber
crecido un poco,
sin haber
alimentado
el deseo.
Cuesta, pero hay que hacerlo.
Expresar lo que,
en sí mismo,
es derecho.
Aceptar
y rechazar
el desaliento.
Cuesta, pero hay que hacerlo.
Saborear aquello
que es vida,
que es brisa
y, a la vez,
la más postrera
osadía.
Cuesta, pero hay que hacerlo.
No arrodillarnos
ante la angustia
que marca
nuestra historia,
aquello que, al final,
nos derriba.
Cuesta, pero hay que hacerlo.
No callarnos,
ni asumir
el silencio.
No resignarnos
a simplemente
transitar
nuestro infierno.
Cuesta, pero hay que hacerlo.
No renunciar
a la libertad
de nuestros sueños.
No conformarse
con un camino
desierto.
Yo solo quiero
abrazar el miedo
de vivir…
Yo solo espero
enfrentarme al orgullo
de vivir…
Poema que forma parte del libro «Tú, yo y el mundo».
Deja un comentario