«Tengo el corazón mareado
por haberse equivocado de dirección.
Tengo bloqueadas
todas las salidas de emergencia
y me estoy ahogando
con el mismo humo
con el que pretendía pedir ayuda.
El problema de echar a arder
todos tus recuerdos
es que te quemen por dentro
mientras se niegan a irse
y te echen en cara
que sin ellos
ya no te queda oxígeno
con el que vivir.»
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