¿Alguna vez ha saltado tu corazón? ¿Se te ha ensanchado el pecho al oír esa canción que fue de los dos? Seguramente no te ha pasado, así como no te sudan las manos al pensar que me puedes volver a ver, ni se te eriza la piel – así bien chinita – cuando recuerdas cómo te besaba, o cómo te toqué la última vez.
Para ti el pasado es sólo eso, algo que no se volverá a repetir, que ya no tiene importancia alguna porque fue y nunca será jamás. Yo, al contrario almaceno recuerdos en cada rincón y los mezclo con mi presente para no sentirme tan sola, porque soy una masoquista a la que le agrada atormentarse con las historias finalizadas.
Imagino que tampoco has sentido ese cosquilleo en la panza cuando la tristeza te pone al borde del llanto, o el nudo en la garganta que se aprieta cada vez que pasas por un lugar que recorrimos. Que pena que se te haya olvidado tan pronto todo lo que vivimos.
Al menos sé que sentiste tu pelo entre mis manos mientras lo acariciaba, los latidos de mi corazón acelerados si apoyabas tu cabeza contra mi pecho, mis labios unidos a los tuyos, nuestras manos enlazadas y el calor de nuestros cuerpos cuando hacíamos el amor.
Eso era amor ¿verdad?¿O acaso tampoco lo sentiste?
Letras & Poesía 
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