Te odio,
sobre todo cuando no me miras,
cuando te marchas,
cuando no llegas,
cuando no oigo tu voz,
no escucho tus pasos,
no noto tu olor.
Te odio,
sobre todo cuando no te acercas,
cuando no me buscas,
cuando no encuentro
tus labios bajo la luz
de las luciérnagas que encierro,
cuando no muerdo tus sonidos,
no arrancas mi piel,
no abrazas mi adiós.
Te odio,
sobre todo cuando no me abrigas,
cuando no sufro tus mentiras,
cuando no me inspiras,
cuando abandonas mis pensamientos,
no navego en los tuyos,
no calmas mi dolor.
Te odio,
sobre todo cuando no aprecio
la textura de tus besos,
cuando no destrozas mis reproches,
cuando al calendario
se le cae el último día,
cuando no desafinas mis guiones,
no escribes mi nombre,
no me matan tus suspiros,
no me duele tu amor.
Te odio,
sobre todo desde aquel momento,
en el que te vi
y me susurraste al oído,
“amaré cada día que me odies
y odiaré cada noche que no me ames”.
Del odio al amor, no hay más que un paso. Genial tu poema. Se disfruta del principio hasta el final. Saludos.
Me gustaLe gusta a 3 personas
Muchas gracias Macalder, un placer que disfrutaras de los versos. El odio, visto así, es hasta bonito.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Me gusta más verlo positivando cada una de tus frases pero así también «suena» bonito… sobre todo cuando llegas al final y todo cobra sentido…☺️ 😉👏👏👏
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias otesania. Mi intención, dar un sentido positivo al odio, ese sentimiento tan denostado bien dirigido, puede ser precioso. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
👍👍👍
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias Pippo, saludos.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Beautiful!!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias Carlos, saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me gusta la forma en que has expresado desde el principio el sentimiento que provoca ese amor, ese dolor lo cambias por odio y el final lo coronas. ¡Enhorabuena!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias Leonor, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona