Herida abierta

En el centro de mi pecho
hay una herida abierta
que está formando raíces,
viene desde el esternón
con el perdón desgastado
de treinta justificaciones
que me piden que me calle
por respeto al recuerdo ajeno.

Algunos días mi herida grita
en las olas de un mar exánime,
va creciendo en el verano
que no se acaba nunca
golpea a la mitad del diafragma
donde el oxígeno dispersado
repite sonidos nebulosos
que no alcanzan a pedir ayuda.

Tengo un lugar en el cuerpo
donde el torso se enreda
con mis cuatro pulgares
y mis pies índigos y cansados
musitan un idioma oculto
para no advertir que su interior
lleva algunos añicos fiambres.

No sé exactamente dónde
mi tronco encuentra abrigo
que no termina de cubrirme,
avanzo con las costillas desnudas
sonrío con las mejillas congeladas
¿dónde guardo su pericia?
que vengo de un sitio que duele
aunque le arranquen las extremidades.

Mírame bien, pero no toques:
Verás justo en mi tórax
una herida oculta y abierta,
que certifica el óbito voluntario
de todo aquello que fui entre huecos
antes de acostarme a dormir.

4 respuestas a “Herida abierta”

  1. Poema en sangre viva, maravilloso. Tu poesía tiene tanta fuerza que a veces me asusta, como si no fuera a sobrevivir a tan descarnada belleza. ¿De dónde te surgen versos como «…de todo aquello que fui entre huecos/ antes de acostarme a dormir»; en ellos habita, especialmente, mi recuerdo de Luis Cernuda. Enhorabuena y gracias.

    Le gusta a 2 personas

    1. Muchas gracias a ti por seguir mi trabajo de cerca, tus comentarios siempre me llegan muy profundo.

      Le gusta a 2 personas

  2. Fascinante

    Le gusta a 2 personas

    1. Muchas gracias por tu apoyo, Val. ❤

      Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Entradas relacionadas