Anonimato

«Somos libres de ir donde queramos y de ser lo que somos»
Richard Bach

Anonimato, es una palabra tan clave, está repleta de seguridad, de valor a sí misma. Distinta al significado de desconocido, entraña defensa y coraje, es un hacer silencioso, un enigma intrigante difícil a descubrir.

Anonimato es vida, es un corazón sin rostro, un alma sin nombre, es un camino agreste sin civilizar, es un paisaje recóndito, un amanecer con el cuerpo desnudo. El anonimato es la llave, es el leal reflejo de la clandestinidad, lo prohibido, lo inmoral, es un desierto del bien y del mal. No representa un símbolo ni un pueblo, sencillamente es supervivencia, quién quiere la vida sin poder mover los pies libremente. El anonimato concibe el deseo, la fantasía y el sueño; se rebela ante la incógnita, se despierta de la oscuridad. No necesita una máscara ni un disfraz, es puro a su imagen abstracta, no depende de patrones, ni anhela un cartel con su nombre. Anonimato en cada parte para ser conjunto fuera de las corrientes identitarias, rehuye de las luces de neón, del complot de la comodidad. 

El anonimato retiene la armonía para liberarla de una lenta agonía, es una actitud de constante vital, una esfera sin vicio, un círculo con inicio y final, es un laberinto con salida, una ventana sin abismo. El anonimato es un principio, una decisión convencida, es una mirada firme y una mano amiga. También es torpeza y letargo, es aprendizaje y caídas, es la dulce gloria en familia; es la historia vendida, los misterios ocultos, la eterna lucha, es el reconocimiento propio y la eterna andadura.

Anonimato es una vida, es la vida con piel sensible que nunca se rinde, es el pensamiento certero y la humilde vista al horizonte. Alberga una guerra tranquila sin contrincantes, es asimismo, su adversario. Es el nuevo jeroglífico, es el próximo rompecabezas.

El anonimato no está, no lo ves, es invisible al ojo que juzga, a la mente que no comprende, al corazón que no quiere. Se esconde a la presión, a la falsa realidad y a la falta de respeto. 

Anonimato es conciencia de origen, y fidelidad al final, es buen conocedor de por dónde se ha de transitar y sobre todo, qué es lo que se tiene que esquivar.