Son esos ríos que te cruzan los que te llenan de miedo.
Son las raíces profundas y corruptas que te atan y no te dejan ver más allá.
Son las voces en tu cabeza, esas que no has aprendido a escuchar.
Son los bosques, los mares, los libros, los animales, la brisa y las ciudades.
Es todo menos tú.
Tú, que eres polvo entre tanto viento. Un piso incierto que no deja nada caer.
Que bailas al son de las mentiras que te dices para poderte proteger.
No sabes lo que buscas y tal vez sea esa la idea.
Tú, que no eres como cualquiera y, al mismo tiempo, eres otra yo.
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