Matan al sueño en tu cabeza.
Te llenan de miedos y tristeza.
Es que has crecido
y ya no existen más los cuentos
en los que has creído.
Te limitan el cielo
y no se dan cuenta que solo alimentan
tu deseo por volar.
Es que tu voz no ha nacido para callar.
No ha nacido para callar.
Busca tu liberación.
Tu expresión es el arma de tu alma.
Dale alas a tu mente.
Dale a tus límites el puente para cruzar.
Sé tu verdad.
Sé honestidad.
Un sueño te salva
de la masa que amarga,
de la mentira que manda,
de la herida que sangra por dentro.
De la guerra infernal,
del amor material,
de este hastío de pedir siempre más y más y más.
Un sueño te cura,
espanta el dolor y devuelve ternura a tu vida.
Fabrica tu sueño, tu escape,
tu escondite en medio de este montaje
de vida falsa,
de deseos rotos y de angustias en alza.
Tu sueño es la llave maestra
y a todos los miedos les cierra la puerta.
Es tu alimento.
Tu brújula interna.
Es la luz que brilla en todas las tinieblas.
Y cuando el mundo apague tu color
fabrica tu sueño.
Hazte un lugar mejor.
Haz tú el lugar mejor.
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