Francine duerme
ahora mismo
a mi lado.
La elegí a ella.
La elegí a ella
porque me dio
la paz
que no consiguieron
ni las borracheras
ni la propia
poesía.
Yo, que amanecí
con varias mujeres
en la cama.
Yo, que les zurraba la badana
a tipos guaperas
en las puertas de cualquier bar.
Yo, que he sangrado alcohol
y he vomitado versos
por zorras
que no me amaban.
Y ahora estoy
aquí, tumbado.
Son las 4:43
de la madrugada,
y Francine está
como muerta,
a mi lado.
Pero está caliente.
Y me quita las sábanas,
y la almohada,
y el sueño.
A lo lejos se escucha
algún coche
y dos gatos rompen el silencio
de la noche.
Francine está aquí,
dormida, conmigo.
No sabe que escribo.
Allá fuera hay frío.
Y hambre.
Un mendigo atasca
la puerta de un cajero.
Y Francine está a mi lado.
Y el mundo podría arder
ahí fuera.
Podrían venirse abajo
todas las luces
de esta ciudad,
podrían reventar
todos los autos
y la navidad crucificar
a sus sacerdotes.
Podría venirse abajo
este edificio,
entre humeantes escombros,
y aun así,
todo estaría
bien.
Wow !!
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Me encanta!!
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¡Muy bueno! Felicidades.
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Me gustó, sombra y luz en el mismo lugar. 👏👏👏
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