Entraste en mi poesía
como quien se embarca en un nuevo mundo
como quien descubre un lugar desconocido
y se lo tatúa en la piel del alma.
Te quedaste mirando
el asombro del tiempo,
desnudando la incierta
y enigmática aura
de mi destino hacia ti.
Ninguno de los dos pudimos detener
la imagen fugitiva, el encanto prohibido,
el misterio tentador del fuego
en la sombra de la eternidad.
Una eternidad efímera,
evaporada por nosotros
y el recuerdo de lo que jamás contaremos.
Una quimera de ti y de mí,
una quimera hecha para rompernos,
para quemarnos sin más
en un delirio distinto, profundo
y letalmente profano.

Maravillosa y sensual prosa! Un cordial saludo.
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Muchas gracias 🙂 encantado de que te haya gustado. Un gran abrazo
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Hermosos versos. Delicado erotismo👏👏👏
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