Serena noche la nuestra
en que la Luna concedió mandato
a las pocas, tímidas muestras
de afecto para pasar el rato.
En propuestas se nos va el tiempo,
y no hacemos nada por evitarlo;
parece ser un pasatiempo:
el sabotaje debemos perpetuarlo.
El calendario nos persigue, corriendo
por días y tardes, sin descanso
parece ser que al nocturno le tiene miedo
porque a los dos nos sumerge en su remanso.
En la mañana de un julio pasajero
la farsa se cae, y en exilio quedamos
seres irracionales, somos vejados
mientras nos encierran en oscuro maletero.
De las bocas no salen voces,
ni siquiera muestras de afecto,
y se alinean prontas las hoces
que en nuestros cuellos pintan trayecto.
Y es en agridulce momento
que finalmente me miras con ternura,
y en mis labios pintas una ranura
para en mis mejillas colocar pigmento.
Ahora la Luna nos acoge
y en su brillo se miran colores
que caen sobre la tierra por montones
como lluvia que un verano recoge.
Muy sensible entrada! De la timidez inicial, a la marca indeleble que deja en el alma dos bocas, que suavemente se encuentran, a la luz de la compañera de los amantes. Un cálido saludo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias por los comentarios. Saludos!
Me gustaMe gusta
No hay porque! Lo mereces, bien ganado lo tienes. Saludos.
Me gustaMe gusta