Café recién molido.
Tostadas de aguacate.
Un periódico recién salido del horno.
Las páginas de un viejo libro de poesía.
La luz, que se cuela entre las ventanas.
El sonido de tu risa
que borbotea por toda la cafetería.
Unas letras que luchan por inmortalizarse más allá de mi vieja libreta;
que me empiezan a salir disparadas.
Me salpican,
me muerden,
me enredan.
El sabor del verso improvisado.
Me vale dulce; también salado.
De repente, todas las rimas huelen a ti.
Las estrofas se engalanan de colores,
se desvisten las palabras, que descienden por mis dedos.
Lluvia de tinta y mantequilla.
Mermelada
en la mejilla.
Un sorbo más de café
Y el mundo se abandona a esta poesía.

Es precioso, sigues emocionando como siempre
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Muy hermoso
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Hermosa y sensible entrada! Un juego de palabras; que en el imaginario del lector, se enredan entre sabores y olores, mientras esa brisa de amor te acompaña… Un cálido saludo.
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Preciosas letras.
Enhorabuena.
Saludos.
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