Frente a la ventana y las maletas cerca de la puerta
Te servís una copa de vino y buscás aquel disco.
¡Sabés cómo robar unos minutos!
Extendés la mano suplicante…
No me puedo negar, es Billie Holiday
El ritmo quiebra las barreras y el tacto sonroja a los muebles.
Querés darme una vuelta para caer en tus brazos
Yo floto, mi ropa se desvanece.
Billie canta el último coro.
Cariño, en la próxima vida,
dejame invitarte ese primer café que te hará sonreír
y reiniciará nuestra historia.
¿Lo podés prometer?

A. Cecilia M. Solano
diariocatartico.blogspot.com
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Bien has dicho… El penúltimo, al menos…
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Gracias por leerlo
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