Los 20 mejores poemas cortos de autores famosos

No hace falta un poema extenso para conmover. En esta recopilación hemos reunido 20 poemas cortos pero intensos, de voces que marcaron la poesía en distintas épocas y rincones del mundo.

Encontrarás desde versos desgarradores hasta declaraciones de amor, preguntas existenciales o llamados a la libertad. Poesía de ayer y de hoy, con nombres como Alejandra Pizarnik, Mario Benedetti, Sor Juana, Alfonsina Storni, Federico García Lorca, Gloria Fuertes o Audre Lorde, entre muchos otros.

1. “Despedida” – Alejandra Pizarnik

Mata su luz un fuego abandonado.
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña.

2. “Proverbios y cantares, XXI” – Antonio Machado

Ayer soñé que veía
a Dios y que Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba.

3. “Al oído de una muchacha” – Federico García Lorca

No quise.
No quise decirte nada.
Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada.

4. “Rima XXIII” – Gustavo Adolfo Bécquer

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!

5. “Ensueño” – Emily Dickinson

Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel.
Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre sólo de silencio y paz.

6. “Ese beso” – Claribel Alegría

Ese beso de ayer
me abrió la puerta
y todos los recuerdos
que yo creí fantasmas
se levantaron tercos a morderme.

7. “Aquí” – Octavio Paz

Mis pasos en esta calle
Resuenan
En otra calle
Donde
Oigo mis pasos
Pasar en esta calle
Donde
Sólo es real la niebla.

8. “No te salves” – Mario Benedetti

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca.

9. “En las noches claras” – Gloria Fuertes

En las noches claras,
resuelvo el problema de la soledad del ser.
Invito a la luna y con mi sombra somos tres.

10. “Un recuerdo que dejo” – Acolmiztli Nrzahualcòyotl

¿Con qué he de irme?
¿Nada dejaré en pos de mí sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores.
Dejemos al menos cantos.

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11. “Crisis” – Francisco Gálvez

Tu voz parece de otro tiempo,
ya no tiene aquel tono cálido
de antes, ni la complicidad
de siempre, sólo son palabras
y su afecto es ahora discreto:
en tus mensajes ya no hay mensaje.

12. “Si me quieres, quiéreme entera” – Dulce María Loynaz

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, y gris, verde y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes;
¡Quiéreme toda…o no me quieras!

13. “Natacha” – Floridor Pérez

Le han dicho
Con este hombre
no tendrán dónde caerse muertos.
Le he dicho
tendremos
todo el mundo
donde pararnos vivos.

14. “El desvío” – Pablo Neruda

Si tu pie se desvía de nuevo
será cortado.
Si tu mano te lleva a otro camino
se caerá podrida.
Si me apartas de tu vida
morirás aunque vivas.
Seguirás muerta o sombra,
andando sin mí por la tierra.

15. “Amor” – Salvador Novo

Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.
Amar es aguardarte
como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos solos
entre los juegos y los cuentos
sobre la tierra seca.
Amar es percibir cuando te ausentas,
tu perfume en el aire que respiro,
y contemplar la estrella en que te alejas
cuando cierra la puerta de la noche.

16. “Deseo” – Luis Cernuda

Por el campo tranquilo de septiembre,
del álamo amarillo alguna hoja,
como una estrella rota,
girando al suelo viene.
Si así el alma inconsciente,
Señor de las estrellas y las hojas,
fuese, encendida sombra,
de la vida a la muerte.

17. “Llamo a la juventud” – Miguel Hernández

Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
si es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen.
Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren:
vienen con la edad de un siglo,
y son viejos cuando vienen.

18. “La alondra sin canción” – Audre Lorde

Brilla tan claro el sol sobre la colina
que puedo ver cada día
parches de nieve que cayó en primavera
antes de que te fueras.
Y ahora que está a tocar el verano
bajo las fuentes del prado
canta entre las ramas una alondra
sin canción en la luz de la aurora.

19. “En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?” – Sor Juana Inés de la Cruz

En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas.

Y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida.

20. “Hombre” – Alfonsina Storni

Hombre, yo quiero que mi mal comprendas,
hombre, yo quiero que me des dulzura,
hombre, yo marcho por tus mismas sendas;
hijo de madre: entiende mi locura…