cinco poemas de amistad de autores celebres

5 poemas de amistad de autores célebres

Este artículo no empieza con una definición, ni con un “la amistad es…” porque ya lo sabes. Empieza con una invitación: deja que cinco grandes poetas hablen por ti. Que le pongan voz a ese abrazo que no supiste explicar. Que digan, en versos, lo que hay que decir en voz alta: “Gracias por estar”.

Tal vez te reconozcas en alguno de estos poemas. Tal vez reconozcas a alguien más. En cualquier caso, sigue leyendo: esto es poesía para quienes saben estar, sin tener que decir que están. Poemas de amistad. Poemas para amigos.

1. “Algunas amistades son eternas” – Pablo Neruda

Algunas veces encuentras en la vida
una amistad especial:
ese alguien que al entrar en tu vida
la cambia por completo.

Ese alguien que te hace reír sin cesar;
ese alguien que te hace creer que en el mundo
existen realmente cosas buenas.
Ese alguien que te convence
de que hay una puerta lista
para que tú la abras.

Esa es una amistad eterna…

Cuando estás triste
y el mundo parece oscuro y vacío,
esa amistad eterna levanta tu ánimo
y hace que ese mundo oscuro y vacío
de repente parezca brillante y pleno.

Tu amistad eterna te ayuda
en los momentos difíciles, tristes,
y de gran confusión.

Si te alejas,
tu amistad eterna te sigue.
Si pierdes el camino,
tu amistad eterna te guía y te alegra.

Tu amistad eterna te lleva de la mano
y te dice que todo va a salir bien.

Si tú encuentras tal amistad
te sientes feliz y lleno de gozo
porque no tienes nada de qué preocuparte.

Tienes una amistad para toda la vida,
ya que una amistad eterna no tiene fin.


2. “Gacela de la amistad” – Carmen Díaz Margarit

La amistad es una ráfaga de peces luminosos,
y te arrastra hacia un océano feliz de mariposas.

La amistad es un plañir de campanas
que invocan el aroma de los cuerpos
en un jardín amanecido de heliotropos.

3. “Amistad a ultranza” – José de Arias Martínez

Alma a alma así es que nace,
una amistad verdadera,
a fuerza de ser muy sincera,
corazón a corazón,
es una entrega de amor,
sin contratos ni promesas.

Porque existe comprensión,
porque existe aceptación,
sin precisar de perdón,
pues se entrega sin reservas,
la amistad tú la conservas,
cuando solo existe amor.

4. “A un gran amigo” – atribuido a Jorge Luis Borges

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.

No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.

No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar,
pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.

No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.

No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.

En estos días oré por ti…
En estos días me puse a recordar a mis amistades más preciosas.
Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.

Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea
y la alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos,
sea en la alegría o sea en la serenidad.

En estos días pensé en mis amigos y amigas,
entre ellos, apareciste tú.

5. “Amigo mío” – Antoine de Saint-Exupéry

Amigo mío,
tengo tanta necesidad de tu amistad.

Tengo sed de un compañero que respete en mí,
por encima de los litigios de la razón,
el peregrino de aquel fuego.

A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido,
y descansar, más allá de mí mismo,
en esa cita que será la nuestra.

Hallo la paz.
Más allá de mis palabras torpes,
más allá de los razonamientos que me pueden engañar,
tú consideras en mí, simplemente al Hombre,
tú honras en mí al embajador de creencias,
de costumbres, de amores particulares.

Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco.
Me interrogas como se interroga al viajero,
Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido,
me siento puro en ti y voy hacia ti.

Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.

Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas
las que te informaron acerca de lo que soy,
sino que la aceptación de quien soy te ha hecho
necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.

Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.
¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?

Si todavía combato, combatiré un poco por ti.
Tengo necesidad de ti.
Tengo necesidad de ayudarte a vivir.


La amistad no necesita escenografía. A veces basta con una línea de Neruda, o una ráfaga de Carmen Díaz.

Si alguno de estos versos te hizo pensar en alguien, no lo dudes: mándaselo. Un buen poema no debería guardarse.

Una respuesta a “5 poemas de amistad de autores célebres”

  1. Me encantó el poema de Luis borjas

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Búsqueda avanzada

Entradas relacionadas