cuentos de navidad para niños

5 cuentos de Navidad famosos para niños

La Navidad despierta la imaginación de niños y adultos, llenando la temporada de ilusión. Desde hace generaciones, los cuentos navideños acompañan las noches de invierno con ternura, creando recuerdos familiares inolvidables. En Letras & Poesía hemos reunido algunos de los relatos más entrañables para que todos puedan disfrutar del encanto y la calidez de estas fechas.


1. «Cuento de Navidad» de Charles Dickens

El señor Scrooge era un hombre muy gruñón que no quería saber nada de la Navidad. No le gustaban los villancicos, ni las luces, ni las risas. Solo quería trabajar y guardar su dinero.

Una noche, justo antes de Navidad, Scrooge recibió una visita inesperada: el fantasma de su antiguo socio. Llevaba una gran cadena porque, en vida, había sido tan egoísta como él.
—Si no cambias —le dijo—, te pasará lo mismo. Esta noche vendrán tres espíritus para ayudarte.

Aunque Scrooge no lo creyó, a medianoche apareció el Espíritu de la Navidad Pasada. Le enseñó escenas de cuando él era pequeño: momentos felices, pero también otros en los que estuvo muy solo. Scrooge recordó que alguna vez había sabido sonreír.

Después llegó el Espíritu de la Navidad Presente, que le mostró cómo las familias celebraban juntas. Vio a su empleado Bob y al pequeño Tim, que estaba enfermo pero era muy cariñoso y agradecido. A pesar de tener poco, estaban llenos de alegría.

Por último apareció el Espíritu de la Navidad Futura. Sin hablar, le enseñó un futuro muy triste: nadie recordaba al señor Scrooge con cariño, y el pequeño Tim ya no estaba. Scrooge sintió un gran miedo y prometió cambiar.

Entonces despertó. ¡Seguía siendo Navidad! Lleno de felicidad, salió a la calle para ayudar a quien pudiera. Visitó a Bob, cuidó de Tim y comenzó a ser amable con todos.

Un clásico absoluto de la literatura navideña, Cuento de Navidad (título original A Christmas Carol) cuenta la historia de Ebenezer Scrooge, un hombre avaro y gruñón que desprecia la Navidad y a las personas que la celebran. Sin embargo, tras la visita de tres fantasmas (el de las Navidades pasadas, las presentes y las futuras), Scrooge se enfrenta a su propio egoísmo y aprende a ser generoso y amable.

La historia se puede adaptar fácilmente a un formato como este, más sencillo para los niños, y sirve como punto de partida para hablar sobre la importancia de compartir, la amabilidad y la posibilidad de cambiar para mejorar.


2. «El cascanueces» de E.T.A. Hoffmann

Era Navidad y la familia Stahlbaum esperaba con impaciencia la llegada del mago Drosselmeyer, su tío favorito. Él era un extraordinario fabricante de juguetes y siempre aparecía con alguna sorpresa maravillosa.
Aquel año llegó cargado de regalos: un soldado bailarín, una hermosa muñeca y un oso polar mecánico.

Clara, la pequeña de la casa, deseaba la muñeca más que cualquier otra cosa, pero no podía ser para ella. La desilusión la hizo llorar, así que Drosselmeyer, conmovido, la sorprendió con un gran cascanueces de madera, fuerte y simpático. Su hermano, en cambio, recibió al Rey de los Ratones, un juguete tan intrigante como temible. ¡Los dos quedaron felices!

Aquella noche, Clara estaba tan cansada que se quedó dormida abrazando a su cascanueces. El salón se volvió enorme, los juguetes cobraron vida y un ejército de ratones apareció para atacarla. El cascanueces, valiente, la defendió con la ayuda de Fritz, el sobrino del mago.

En medio del combate, el cascanueces se transformó en un hermoso príncipe. Con una reverencia, invitó a Clara y a Fritz a acompañarlo en un viaje maravilloso a través del bosque encantado, donde todo brillaba, los árboles murmuraban canciones y los caminos parecían tejidos con luz.

Vivieron aventuras increíbles…pero, como en todo sueño, el viaje llegó a su fin. Clara y Fritz regresaron a la realidad en un pequeño trineo que los dejó suavemente junto al árbol de Navidad.

Cuando Clara abrió los ojos, el cascanueces seguía allí, quieto… pero algo había cambiado. Parecía sonreír más que antes.

¿Cómo era posible?

Aunque en sus versiones más conocidas, como el ballet de Piotr Ilich Chaikovski, El cascanueces se ha convertido en una historia navideña por excelencia, en su versión original escrita por E.T.A. Hoffmann, la trama es un poco más oscura, pero igualmente fascinante para los niños.


3. «Cómo El Grinch robó la Navidad» de Dr. Seuss

A todos los Quién de Villaquién la Navidad les encantaba…

Pero al Grinch, que vivía justo al norte de Villaquién, ¡No le gustaba nada!

¡El Grinch odiaba la Navidad! ¡Toda la temporada! No me preguntéis por qué. No había razón justificada.
Tal vez tuviera un tornillo maL ajustado.
Tal vez llevara un zapato demasiado apretado.
Aunque yo creo que el verdadero motivo
es que tenía el corazón dos tallas encogido.

Pero,
fuese cual fuese la razón,
zapato o corazón,
en Nochebuena miraba a los Quién con desagrado
fijando la vista en la cálida luz del poblado
con un grinchesco gesto avinagrado.
Porque sabía que en ese momento aciago
cada Quién en Villaquién estaba atareado,
colgando una corona de muérdago.

«¡Y estarán colgando los calcetines!», gruñó con desprecio,
«¡Mañana es Navidad! ¡Es que no hay derecho!»
Refunfuñó, y con sus dedos de Grinch empezó a tamborilear.
«¡DEBO encontrar la manera de evitar que llegue la Navidad!»

Porque
sabía que la mañana siguiente… […]

Una de las historias más divertidas y entrañables sobre el espíritu navideño, Cómo el Grinch robó la Navidad de Dr. Seuss es un cuento que no puede faltar en ninguna biblioteca navideña. El Grinch, una criatura que vive aislada en lo alto de una montaña, odia la Navidad y decide robar todos los regalos, decoraciones y comida para evitar que los habitantes de Villa Quién celebren.

Sin embargo, el corazón del Grinch crece tres veces más durante la noche, y él descubre que la Navidad no se trata de los objetos materiales, sino del amor y la unión de las personas.

Expresa la importancia del afecto en comunidad.


4. «El regalo de los Reyes Magos» de O. Henry

Delia y Jim son una joven pareja que vive con muy pocos recursos en un modesto apartamento. Aunque se quieren profundamente, el dinero apenas les alcanza para cubrir lo básico. Llega la víspera de Navidad y Delia descubre, con tristeza, que solo ha logrado ahorrar un dólar y ochenta y siete centavos para comprarle un regalo a su esposo. Sabe que con esa cantidad no puede adquirir nada digno de él.

Después de pensar y desesperarse, Delia toma una decisión dolorosa: vender su largo y hermoso cabello, del cual siempre ha estado orgullosa. Con los veinte dólares que obtiene, compra una elegante cadena de platino para el reloj de Jim, la posesión más preciada que él tiene, heredada de su padre y su abuelo.

Mientras tanto, Jim también busca la manera de sorprender a Delia. Con la misma intención de darle algo especial, decide vender su querido reloj de oro. Con el dinero obtenido compra un juego de peinetas finas, exactamente las que Delia ha admirado durante meses.

Cuando llega la noche de Navidad, Delia recibe a Jim con nerviosismo. Al verla con el cabello corto, él queda sorprendido, pero la abraza con cariño. Ella le entrega la cadena y le explica su sacrificio; Jim sonríe y, con ternura, le revela que él ha vendido su reloj para comprarle las peinetas.

En El regalo de los Reyes Magos (título original The Gift of the Magi), O. Henry nos cuenta una historia de amor y sacrificio que tiene lugar en Navidad. Los protagonistas, Della y Jim, son una pareja humilde que, a pesar de no tener mucho dinero, quieren sorprenderse mutuamente con un regalo especial.

Una historia profunda que hace reflexionar sobre el amor incondicional y pone en perspectiva lo realmente importante en la vida: el afecto y las conexiones humanas.


5. «Rudolph, el reno de la nariz roja» de Robert L. May

Érase una vez un pequeño reno llamado Rudolph, que había nacido con una curiosa y brillante nariz roja. Aquella nariz tan especial lo hacía diferente, y por eso los demás renos a veces se burlaban de él.
—¡Pareces un payaso! —le decían entre risas. Rudolph se sentía triste, porque nadie quiere que se rían de él por ser como es.

La Navidad se acercaba y, en el taller del Polo Norte, Santa Claus estaba muy preocupado: los duendes le habían avisado de que una niebla muy espesa cubriría el cielo justo la noche del reparto de regalos.
—¿Cómo voy a viajar sin poder ver el camino? —se preguntaba Santa, dándole vueltas una y otra vez.

Mientras buscaba una solución, vio una luz roja brillando a lo lejos. Intrigado, se acercó y encontró a Rudolph iluminando la nieve con su nariz. Entonces, una idea maravillosa se encendió en su mente.
—¡Ya lo tengo! —exclamó con una gran sonrisa.

Y así fue como, desde aquella Navidad, Rudolph se convirtió en el guía del trineo de Santa Claus. Su nariz roja y resplandeciente abría camino entre la niebla, ayudando a repartir ilusión a todos los niños del mundo.

Desde ese día, Rudolph ya no volvió a sentirse solo. Todos comprendieron que aquello que nos hace diferentes… también nos hace especiales.

El cuento de Rudolph, el reno de la nariz roja es un relato profundamente querido y conocido en todo el planeta. La nariz de Rudolph brilla con fuerza, guiando el trineo de Santa demostrando que lo que hace especial a alguien no siempre es evidente a simple vista.

Es ideal para enseñar a los más pequeños la importancia de ser fiel a uno mismo y que cada ser tiene algo único que ofrecer.

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