La mañana

La mañana,que se va enredando silenciosa en las cortinas,que se ha encontrado tu desnudez, tendida y huérfana,sobre el funeral aún caliente de la noche,en una cama para dos demasiado vacía.Afuera los vivos se dejan arrastrar al son de la urgencia,—La tierra ya arde— a nadie le importasi a la calle le crecen las sombras,como crecenSigue leyendo «La mañana»

Cauce primigenio

La piedra sobre la piedra.El latido del ángel.La eternidad.El crepúsculo.Desparramada a un margen y a otrode la carretera, toda de cuneta y grava,recupero el pulso matemático y las horas,que reconducen mi rumbo hasta aquí.Mi voz es el agua que moja las piedras.La sed de la tierraabocada al cauce primigeniode este cuerpo, que aún se intuyelibre.Sigue leyendo «Cauce primigenio»

Instantáneas

La luz apunta el declivede las horas más tenues.Irreconocibles,en tu pupila estupefacta. La nochearroja su cenizade mariposa muertacontra el metaldoblegado de los días. Hoy es terrible el silencio,que gotea exactitudes,desde un punto ciertoen mi memoria. Tus ojos inmovilizadosdetienen mis ojosen ti, contra el espejo,como dos instantáneas. Maribel Hernándezmaribelhernandez.esLeer sus escritos

Sin pretenderlo o a propósito

Sin pretenderlo o a propósito,acabo igualmente boicoteándome así.En esta matemática triste de inventariartey sacarme ecuaciones de la memoria            y hasta de la conciencia. Y me descubro interpuesta,entre los porcentajes azules que le voy calculandoa tu lejanía. Midiéndote por arriba y por los lados. Dejándote ir,            con todas las horas que les arrancamos            a las cortezas de los árboles.Sigue leyendo «Sin pretenderlo o a propósito»

La vida eran ellos, la vida -todavía- somos nosotras

«Hay jóvenes que emigran / dicen chaulos que se quedan tiemblan en silencio»Mario Benedetti. Si me declaro poeta es porque desisto de la guerra, porque miro al horizonte pensando en amar y porque si el hambre no es compartida, entonces la libertad no es de nadie. Solo los pobres conocen la condena de ser extranjero,Sigue leyendo «La vida eran ellos, la vida -todavía- somos nosotras»

Ensueño

El día se desmadejaba paulatinamente. De la entraña de la niebla salían haces de luz amarilla que cruzaban la oquedad del ventanuco como flechas. Tras el vidrio, la señora Roberts deslizaba el cepillo sobre el cabello dorado de la pequeña Ensueño. Un nombre que había elegido en su juventud para el bebé no nacido que,Sigue leyendo «Ensueño»

Amanece

Amanece, pero sin voz.La ciudad. El mundo. La calle.Abandono mi fe entre las sábanas.Mis huesos de leche.La existencia compungida de nuestros cuerpos de árbol,cuando los devora el sol.Desde la intemperie, puedo verme en pie.Yo a dos palmos de la noche.Yo, en la oquedad de tus ojoshoradados en la roca. El tiempofunambulesco, sobre las marcas delSigue leyendo «Amanece»

Despedida ferroviaria

Esta mañana veía el amanecer desde el tren. El bamboleo producido por la velocidad que alcanza el motor, el camino sin pérdida de las vías y el destino seguro al final del trayecto. Me esperaba el mar, no era una casualidad, era cuestión de tiempo que la magia se destapase, que el árbol diera susSigue leyendo «Despedida ferroviaria»

La profundidad de los charcos

Estoy cortada por la mitad, de este aOeste. En un repartirme sin éxitoentre cosas cotidianas, a cambio deun corazón en modo estándar. Me disuade el día, con el rugidoIndiscriminado de la luz,huyéndole de un zarpazo al horizonte.Siempre en rojo.Adormecido. Doméstico. Idéntica a mí, una huella -tierna todavía-contra el camino subyacente, eligela intemperie. Y no sucumbeSigue leyendo «La profundidad de los charcos»

Nunca más. Otra vez no.

«Nuestras tragedias nos han vuelto sabios y despiadados,más preparados para encarar el horror.Buscamos la paz porque hemos conocido demasiadas guerras.»Umberto Eco El próximo mes aún no ha llegado y ya le estoy escribiendo. Supongo que para advertirle de las desgracias, de la guerra que busca monedas y de la muerte que ni siquiera puede serSigue leyendo «Nunca más. Otra vez no.»

La mujer desnuda frente al espejo

«Las luces del carnaval arrancaron del silencio un ruido de cascabel que cayó entre nosotros. Rottweil, amilanada bajo la lluvia, depositaba contra las piedras brillantes de sus calles solas, algo parecido a una muerte previa: tiempo que se resistía a transcurrir y que se aferraba a la tarde con la dureza de un clavo contraSigue leyendo «La mujer desnuda frente al espejo»

Esperanza y coraje

Llené de estrellas mi cuaderno imaginando la aurora boreal, creyendo en un futuro venidero. Pinté astros desvelando el camino, amenicé con colores el cielo gris e hice del frío la mejor huida posible. El velero colectivo zarpaba aterrado por el devenir, ya no tanto a la deriva, pero sin mapa. Seguía dejando en puerto aúnSigue leyendo «Esperanza y coraje»

Los claveles y la revolución

Los matarony en cada aniversario recordamos,la memoria no claudica si no hay justicia. Hoy miro el mar y no sé volver la mirada atrássin agradecer el vaivén del oleaje. ¿Quién se atreve?A desfallecer si aún queda tiempoquién se atreve a no resistircuando la vida es nuestra. Belén Vieyra Calderonibelenvieyracalderoni.comLeer sus escritos

La herida humana de consuelo universal

«Su mirada errante se detuvo en mi rostro culpable»Hermann Hesse «¿Qué quedó? Tras tanto andar errante, el regreso»Milan Kundera La herida abierta a causa de un árbol genealógico migratorio, las secuelas de cada mirada discriminada, de cada muerto arrebatado y, sobre todo, de cada silencio obligado. La segunda generación de migrantes que no forma parteSigue leyendo «La herida humana de consuelo universal»

Conversaciones con el piélago

Es curioso como en el sueño de veranono permanecesni siquiera en el recuerdo del recuerdo.El mar te ha robado las alasse adueñó de tu colory la mística ha comenzado a darme respuestas más allá de tus ojosentre los versos y las páginas de esos libros que ya nadie abre.Las letras del abecedario ya no llevanSigue leyendo «Conversaciones con el piélago»

Llibres

Tengo un sueño en la palma de la manocomo un pájaro, está a punto de izar las alasy echar a volar.Tiene la mirada puesta en el mar,parece querer alcanzar el horizontebailar con él.A veces parece que le conversa y el otro le da coba,aún no consigo descifrar los mensajes de amor que se mandan,estoy alSigue leyendo «Llibres»

Mar de invierno

«El invierno se encargó de todo. Y también el viento.»Guido Mina di Sospiro La otra noche volví a soñarte, tan real, el mismo lugar de siempre: el paraíso. El cielo arriba y la tierra bajo nuestros pies. No albergábamos pasado en las manos ni futuro en los ojos. Presencia y presente, nada más. La suficienciaSigue leyendo «Mar de invierno»

Marea

Indomable, hermoso y natural,inmenso, azul, celestial,esmeralda, sol y coral;océano poderoso e inmortal, ahógame en tus aguas serenasy con tu espíritu rompe las olasque violentas se llevaban todasmis tristezas y mis penas. Destroza las malditas atadurasque imponen hoy las vestiduras.Explora cada parte de mi pielcon tus labios de sal y miel. Invade con fuerza mi interior,arrancaSigue leyendo «Marea»

Sed de mar

Tengo sed de mar,de enredarme en las olasy que la arena mojadaacaricie mis pies. Quiero despertaral tiempo que la auroraen una playa lejanacomience a hacerse ver. Sed de inmensidad.Y tras sentirme pequeña y rota,ser reconstruida, abrazadapor esa grandeza, después. Saber cuándo soltaraquello que no se controla,ver cómo la corriente arrastralo que me impide crecer. TengoSigue leyendo «Sed de mar»

Oleajes

Ecos de fuerza inusitadaen confrontación siniestra,rugido hegemónico,rocas y arenaen interminable guerracon el agua serenaque arremete salvaje,en las noches de tormenta,la desgastada escollera.Callan los muelles,la luna se esconde,gritan las nubes,el cielo se rompey con él desangra el martus menguantes costasde amanecer primigenioen la inmensidad de sus olas.

Un poeta a la deriva

una lejana soledad marina se enmudece en el alma de quienes han llorado anocheen mis versosalguien clama por lanzarse al maren tus ojosalguien pide encontrar el timónla velase bambolea en el vientomis nochesme dicen que te olvidé poeta o poetisaquien esté del otro ladoseas humano o estés felizuna tormenta ha comenzadoel ancla al fondo haSigue leyendo «Un poeta a la deriva»

El mar

Un taxista sin deseos recoge las maletas,murmura burlas sobre mínunca seré bien recibidomás allá del altiplano. La noche se traga los ruidosde una carretera que se tensa al horizonte.Mis deseos de mirarte fijo,de lamer tu superficie,de respirar tus vapores,tendrán que esperar. Abandonamos la principalnos adentramos en una trocha cualquierami mente se hace fangoy mi corazónSigue leyendo «El mar»

¿Dónde estáis?

Creo que les entendí mal Papá, mamá, ¿dónde estáis? Me parece que no están por aquí Debería salir a buscarlos Esto es muy extraño Hay muchas luces de colores y señores que no conozco de nada Al menos ya no tengo tanto frío, esta manta es muy abrigada El ruido que hay es ensordecedor AsíSigue leyendo «¿Dónde estáis?»

Cuando se trata de amar

No puedo evitar pensar lo que hay detrás de cada cifra: cuántas familias, cuántas lágrimas, cuánta impotencia, cuánto dolor. No puedo dejar de pensar cuántas historias se han acabado o cuántos corazones se han roto. Y aún así confío. Hay momentos en los que la tristeza se vuelve incontenible y solo la fe puede calmarla.Sigue leyendo «Cuando se trata de amar»

Mar equivocado

Desde que ya no estás,mi vida está en calma.Y aunque sé que es lo mejor,echo de menos tus tormentas. Esas que creaban remolinosen todas mis aguasy me hacían sentirque dejaba de estarestancada… Pero al final del díasiempre hundíastoda mi esperanzaal fondo del marcon tus últimas palabras. Y eso me hizo aprenderque no merece la penaahogarseSigue leyendo «Mar equivocado»

¿De qué están hechos los poetas?

Que de qué están hechos los poetas, me pregunta, como si yo pudiese contarle mi verdad. Seré sencilla y me aplicaré la respuesta de Enrique Gracia Trinidad: «Como dijo un amigo de Bécquer, somos como los demás y, a veces, escribimos versos.» Querida, ¿deseas que te diga más? No sé qué opinan mis compañeros. EnSigue leyendo «¿De qué están hechos los poetas?»

De quien está al otro lado del mar

Eres de quien te salva del naufragio, del nombre que las nubes te susurran, a quien guardas las piedras y corazas que en la arena has encontrado. De quien deseas en este lugar donde el tiempo pasa lento, donde amaina el viento y el cielo es más que solo azul. Eres de quien está alSigue leyendo «De quien está al otro lado del mar»

El mar

La gaviotadanza enamorada;la gaviotacon su pico de pinza;la gaviotasumerge su boca,en un cangrejo que lateen el relleno del mar. Como un gatoestoy acurrucado,en las piernas de la bahía;como un gatoel mar, tiene la lenguaáspera y salada. Al mar lo peinami pie como una cuchilla;al mar lo peinael viento en un silbido;al mar lo acariciala gaviotaSigue leyendo «El mar»

El amanecer

Como tantos años me siento en la amplia terraza con un café con leche. Cuando ya estoy acomodada, sujetando la taza caliente entre mis manos, miro el horizonte e inundando mis pulmones de esa brisa marina, mi mirada se pierde feliz en aquella vista del inmenso mar. Poco a poco va saliendo el sol, comoSigue leyendo «El amanecer»

Viejos piratas

«Abro los ojos. Este mar es aquel mar. Este olvido aquella memoria»Juan Antonio Masoliver Ródenas Flotando en aguas negras buscando un resquicio de luz o una orilla que me aguarde de navegar. Cuántos meses remando a contracorriente cuántas quemaduras en el océano de la vida. El caleidoscopio tenía un plano distinto perdí el mapa enSigue leyendo «Viejos piratas»