Quédate conmigo

Algunos llaman a nuestro amor añejo y yo les digo que eso es bueno, que significa que ha madurado con los años y es sereno. Que aún me recreo en tu rostro que acaricio con cuidado apartando el cabello revuelto por el viento y que pese a haber perdido su color aún tiene esos maticesSigue leyendo «Quédate conmigo»

Coplas de víspera

Ya había anochecido a media tarde de aquel cuatro de febrero. Un grupo de niños y niñas, vestidos de caseros y con los bastones engalanados a base de cintas tricolores y cascabeles,  cantaba coplas a Santa Águeda. Al terminar su repertorio recibieron con gritos y aplausos bolsas de patatas, monedas y hasta un par deSigue leyendo «Coplas de víspera»

Un día de mi vida

—Mamá, tú no lo entiendes. —Pues claro que lo entiendo, que yo también he tenido once años. —Sí, pero en otra época. —Oye, ¡que de mi generación a la tuya no ha habido tanto cambio! —Ya. Bueno, me voy a ver la tele. Me quedé asombrada, ¿qué se habría creído esa niña? Y dolida, también.Sigue leyendo «Un día de mi vida»

Una tarde en el museo

Miriam prefería comer un plato de coliflor antes que ver aquel museo, pero a sus nueve años no tenía elección. Caminaba unos metros detrás de sus padres, con los brazos colgando a los costados, la cabeza agachada y los labios apretados. Cruzaba salas llenas de cuadros, parándose cuando lo hacían sus progenitores. No se fijabaSigue leyendo «Una tarde en el museo»

Dejadme morir

Khaled está sentado en la playa, con la ropa empapada y una manta térmica por encima. No sabe quién se la ha puesto, solo recuerda que llevaba camiseta amarilla y pantalones rojos. Ve a unas cuantas personas vestidas así, saliendo del mar con niños en brazos. Los dejan en tierra firme y vuelven corriendo adentro.Sigue leyendo «Dejadme morir»