Astas rotas atraviesan mis mares,vestigios de un naufragio precedente,el último mensaje del ausente,advierte no hay presagio solo azares. Despiden desde el puerto los cantares,castillos que se ofrecen cual presente,llevados por los brazos de afluente,gigante disolvente de pesares. Mas sales no son gratas al sediento,abrieron bajo el casco las heridas,ardiente me penetra el hundimiento. Sin vueltaSigue leyendo «Remanentes»