Te recuerdo sembrado de hormigueros,querido amigo, tu eje vertical,tus altos, tus pendientes siempre tercasque emulaban alcázares de cristosobre los cenagales ya pretéritos. Recuerdo demasiado bien tus noches,la nocturna en tu grava y el horizonte sobrelas colas y los cuerpos de lagarto amputado.Recuerdo demasiado bien tus noches,los heraldos, la muerte conocidaexigiendo mi carne desde la bocaSigue leyendo «Nocturnas en San Cristóbal»