Me inspiré en la canción La Gata Bajo la Lluvia, interpretada por Rocío Dúrcal, para escribir esta pieza.
Si me sentara y escuchara a Rocío Dúrcal
a las dos de la mañana, en silencio absoluto,
no habría nada más que decir;
mi corazón, por ti, está de luto.
Que en tu mente los detalles no circulen
de por qué el cambio, el quiebre inesperado
en las décimas que escribo en papel desde hace años
pues respuesta no tendrás, corazón acalambrado.
Mi desahogo no es sencillo, pues viene en oleadas
como tu último cariño: sostenerme en tus brazos,
indagar si hace frío, y después, como balazos
ser osado y preguntarme, “¿quieres café, pues terminamos?”
Que no te sorprenda, estela antes mía,
el verme como un otoño en La Huasteca o cercanías,
con lágrimas como hojas, alrededor de mis pupilas,
y algún que otro gato, rondando la cofradía.
Amado mío, a mis cartas no reacciones,
que ni en doscientas palabras podría
decir cuánto te quise, – por montones-,
o alejarme de la dicha propia de negarme, tan pronta
a decir que me viste en sensible pose y loza.
Te despido con la lluvia que antecede dulces fiestas,
pues te marchas, más a mí no me destierras
de ser aquella que en obras te inmortalice,
o ser esfinge, sin acertijo que el hombre realice.
Letras & Poesía 
Deja un comentario