El fuego se encontró jugando

Me gusta jugar con fuego, 

aun sabiendo que me puedo quemar.

Me gusta pensar en voz alta, 

aunque me arriesgo a que alguien me pueda escuchar.

Disfruto mirando al cielo, 

esperando siempre una estrella fugaz.

Me gusta observarte en silencio, 

saborear cada gesto, escucharte al hablar.

Me gusta porque llego más lejos, 

porque aprendo, valoro y puedo recordar.

Lo hago porque es mi estrategia para comprender.

Y si bien es cierto que muchos me dicen:

 “¡Cuidado, quien mucho busca se puede perder!”,

yo prefiero perderme en la búsqueda 

que quedarme por siempre esperando un tren,

que quizá no llegue o cambie de estación, 

que ha pasado ya o descarriló.

Yo prefiero avanzar jugando, 

atenta a la enseñanza que hay tras el error,

porque vivir así es vivir ganando, 

disfrutar paso a paso lo que se vivió.

Y creo que el fuego se encontró jugando,

y que sin ese juego no habría calor,

que mereció la pena si ayer nos quemamos, 

que hemos vencido al frío,

y ya no dependemos tanto

de que salga el sol.

3 respuestas a “El fuego se encontró jugando”

  1. a veces nos quemamos hasta las cenizas…hasta no quedar nada de mi..Beso al vacío

    Le gusta a 2 personas

  2. Entonces, toca resurgir de ellas. Un abrazo!

    Le gusta a 1 persona

  3. En humo y cenizas
    En humo y cenizas

    No todo acaba en humo y cenizas

    No al menos
    Este tuyo poema
    Y todo lo que hace sentir
    Todo lo que inspira
    Nada de nada de lo que tenga que ver con él

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Entradas relacionadas