Tras cristales dorados
contemplamos
nuestros jardines soñados,
el azul del cielo,
respiramos
aromas de ensueño.
Tras cristales dorados
contemplamos
al rey de enero,
despidiéndose
en anaranjado lienzo,
testigo de un amor eterno.
Tras cristales dorados
contemplamos
una vida entera…
Se funden nuestras almas,
se engendra
una vida nueva.
Wendy Moya
@verchiel.poesia
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