No.
No me hagas
partícipe
de todo aquello
que deseas
que herede.
No.
No pienso
ceder ante
prerrogativas,
chantajes
que hieden.
No.
Nunca más
asumir rumbos
que son
-sin saberlo-
insólitos,
forasteros.
No.
No puedo
aceptar designios;
abrazar, sin
réplica, cualquier
convenio.
No.
Lo siento,
pero no son
tuyos
mis enredos,
mis pretensiones,
mis desvelos.
Carlos Vera
Blog de Carlos
Leer sus escritos



Deja un comentario