Llegaste
como una tormenta
a embarrar
mi trayecto
-o eso creía-,
a enlodar
mis zapatos
y llenarme de
caos;
a enseñarme
quién soy
y enfrentarme
a esa persona
que apenas
conocía.
Necio yo
que no veía
que lo único
que querías
era llenarme
de pasión
y desorden,
pues eso en sí
es nuestra vida,
la vida.
Llegaste
como una tormenta
-sin saberlo-
a virar mi recorrido,
a mirarte,
a mirarme,
a limpiar
de residuos
ese camino.

Carlos Vera
Blog de Carlos
Leer sus escritos


Deja un comentario