Como una veleta en un tornado
unísono con cada punto cardinal,
me lanzo a las tempestuosas aguas/ pavorosas manos del azar.
Vendados mis ojos,
ignorando entelequias y causas agentes:
vacío.
En mi interior se alza una columna de luz oscura
guiándome día y noche
por desiertos interiores y exteriores.
Desechando los temores, doy el primer paso:
si adelanto el pie, incluso el abismo me servirá de camino…

Roberto Garcés Marrero
@rgmar84
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