Las voces ajenas me han invadido
Desde que tengo uso de razón
He acertado en mis vaticinios
Pero siempre me he rendido a la pasión
He visto un mundo vacío
Y no tengo que pedir perdón
Por querer llenarlo de rocío
Y escuchar mi propia voz
Me expreso sin tapujos
Ante un mundo decoroso
Muestro mis latidos
A corazones huecos y opacos
Regalo los pájaros de mi cabeza
A quienes no albergan nido en la suya
Eso los asusta
Me empujan y obligan a menguar
Y yo los condeno a una eternidad
En búsqueda de un amparo como el mío

Nerea R. Arias
@nereararias
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