Cuando el aire despatarra
blancas y rojas las palabras
cuando a un gesto del cantante
miles de voces a capella
transmutan la música en himno
cuando deliramos guiones
de películas que jamás serán filmadas
cuando soñás versos
y al despertar abrís la libreta
y los versos siguen ahí:
son los duendes
galopando en nuestra sangre.
Cuando la marcha se detiene y grita
en Rivadavia y Güemes
cuando el miedo se hace pequeñito y
la curiosidad nos lleva de la mano
cuando del gris de la ciudad
manan los colores de la poesía
y de los dedos de Charly
germinan las mariposas
cuando soñás cerezas
y al despertar abrís la heladera
y las cerezas siguen ahí:
es el duende
sacudiendo tu sangre.
Cuando las olas te rugen
y luego te shushean
cuando la lluvia compone
un rock sediento
en la pelopincho de la vereda
y en las chapas.
cuando soñás besos
y al despertar abrís los ojos
y su boca sigue ahí:
es el duende
bailando en nuestra sangre.
Cuando los miradores sin fotos
cuando la luna nos amanece
cuando los campos de flores
reacias a surcos y terciopelos
cuando el ronroneo de los gatos
cuando bailan las sábanas húmedas
cuando las lenguas y las cosquillas
Cuando soñamos despiertos
y la sangre nos galopa:
es el duende
el que convierte
la emoción en milagro.

Coti Molina
@cotimolgo
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