Suena Cais de Clube Da Esquina. La voz de Milton Nascimento reina por sobre la emoción silenciosa. Tú manejas; yo, sobre la ventana húmeda. Una carretera improvisada nos surca el camino. Ford del ’94 rojo: un guerrero nos guía entrando la noche frente a este paisaje seco y enorme, vasto, infinito. Nos espera el sur. Persiste el silencio debajo de la música que suena como irrumpiendo: es otra melodía bella, también. Sé que estás creando un momento de este, con estos colores, con el paisaje, con ese azul que empieza a aparecer a nuestro alrededor.
El paisaje que nos lleva a la Patagonia es así: estrafalario, mar de estrellas, ráfagas de luces de carros de gentes de montañas de ojos.
Vuelco el corazón, de pronto:
los ojos como nubes corren lento en el aire
/fotogramas de colores poéticos/
por todo nuestro alrededor
Miradas que se clavan para siempre
Volteo y veo un paisaje que quiero archivar:
son tus pupilas enormes cargadas de olas
(abrazo la incertidumbre, no tengo miedos contigo)
son tus pupilas enormes de atardeceres iridiscentes
(montañas etéreas, juegan con nosotros)
Ahí está la belleza de irnos,
como un cristal que todo lo muestra al revés
o un pájaro que canta por toda la primavera,
de irme contigo sin saber nada de ti
de vivir
de siempre ventana húmeda a tu lado
estar vivos
días
atardeceres
noches infinitas.

Andrea Crigna
@ukis_crigna
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