Yo he recibido estas inclinaciones de la
naturaleza, y la irritaría resistiéndome a ellas.
(Marqués de Sade, 120 días de Sodoma).
Medidas y tasadas
las caderas y cinturas
Las cuencas bajo los ojos
El óleo-vino del temor
Trajimos a nuestro banquete
sangre y carne nueva
Nosotros no multiplicamos panes y peces
solo sabemos de aniquilación
No son los cantos alegóricos
ni la feliz ópera y el piano
lo que llena nuestro foso
hambriento e insatisfecho
No saben nuestras torres
de otra cosa que no sean gritos
e interminables noches de sangrías
No hay en mi mesa más que tenazas y cuchillos
Un par de costillas
Estómagos hinchados
Con jaulas vacías
De voces que retumban
golpeándose contra las paredes
El pie torpe contra el filo del escalón-oscuridad
con el silencio cómplice del anfiteatro
antes de la risa-descarga
cuando un nuevo cuerpo
que me sabe
alcanzar entre el tiempo
pone sus manos en mi garganta.

Estefanía Páez Jiménez
@estefaniapaezj
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