Cuentos (hoy) imposibles

Érase una vez un dedo
navegando por el tomo
letra «B» de la omnisciente
e ilustrada enciclopedia,
en la búsqueda paciente,
hoja a hoja, línea a línea,
de la historia disecada
de Bacon, Francis (pintor);
cuando, ávida de amor
propio decide que el dedo,
soltero y sin compromiso,
cabalgue bajo su falda
estilo wrap y estampado
pata de gallo; del resto,
se podrán imaginar…

Érase otra vez un hombre
esperando en la consulta
del dentista sin un móvil
en sus manos, simplemente
permitiéndose pensar
a la par que se propone
hacer deporte en ayunas
y rezar mientras pasea
al perrito abandonado
que adoptara un veintitrés
de marzo teniendo a bien
ponerle de nombre Ernesto
en honor a su tío abuelo
quien muriera releyendo
«De Profundis» de Oscar Wilde.

Ya, por último, érase
una vez una canica
al momento de ser bala
a los ojos de un acneico
niño a punto de inhalar
el perfume de la gloria
y el respeto de sus fieles
camaradas en el barrio.
Paco Ibáñez, por entonces,
frecuentaba el tarareo
de esa tropa de aliados,
son sus ecos los mecenas
de que ayer, hoy y mañana,
era, es y será siempre
todavía en sus trincheras.

Colorín o colorado…
Estos cuentos hoy no habrían
ni siquiera comenzado.

Antonio Ríos
@antoniorios.poesia
Leer sus escritos

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Entradas relacionadas