Huye de mis párpados agotados
de tanto suspiro,
bate tus alas
de cóndor malherido.
Sal de mí,
de este plexo solar
que es mi corazón
roto y vivo.
Abandona este amor salvaje,
(hazlo de noche)
y vuela
vuela tan alto que ya no pueda yo verte,
para no sufrir doblemente tu partida
para que no me duela tu libertad.



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