Veneno ajeno

Aunque ayer te amé a muerte
mañana no quiero morir a causa de tu veneno.

Aquella noche te confesé
que sería capaz de entregarte mi vida
hasta salvar los restos que quedaban de la tuya.

Pero no quiero mentirte a ti, ni a mí, ni a nadie
es tu ácido veneno el que te corrompe
y te transforma en su víctima cómplice
mientras corroe tus vísceras y te hace inmune.

Veneno que te convierte en maleza
y que se esparce sobre el trigo,
el germen crudo que ha quedado rezagado en tu pasado.

Veneno negro que te hace deseable,
presa fácil para los que como tú viven atados al egoísmo
al espejismo de una felicidad quimérica
que se desbarata en cualquier instante de lucidez
sepultando la magia que creí que dentro de ti habitaba.

Lo siento, ya es muy tarde para el antídoto.
¡Ahora sé que me equivoqué!

Kervin Briceño Álvarez
@prisonerofideas
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